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jueves, 24 de febrero de 2011

POR QUE RAZON LAS PERSONAS CREATIVAS NO OCUPAN LOS PUESTOS DE LIDERAZGO?



La creatividad es buena, y más imprescindible que nunca en los negocios.

¿Por qué entonces las empresas que eran innovadoras caen en la desidia con el paso del tiempo y el pensamiento original se vuelve la excepción?
Jennifer Mueller, profesora de Gestión de Wharton, y sus colegas de la Universidad de Cornell y de Indian School of Business, han analizado con detenimiento las razones de que esto suceda.
En un trabajo de investigación titulado "El reconocimiento del liderazgo creativo: ¿La expresión de la idea creativa puede influir de forma negativa en la percepción del potencial para el liderazgo?" [Recognizing Creative Leadership: Can Creative Idea Expression Negatively Relate to Perceptions of Leadership Potential], que será publicado en marzo de 2011 en el Journal of Experimental Social Psychology, Mueller y los demás autores del estudio, Jack A. Goncalo, de Cornell, y Dishan Kamdar, de ISB, analizan en tres estudios de qué manera las personas creativas son percibidas por sus colegas.
Lo que descubrieron es preocupante: se consideraba que aquellos que tenían más ideas creativas tenían menos potencial, en lugar de más, para el liderazgo.
La excepción, según quedó constatado, ocurría cuando se decía a las personas que se fijaran en los líderes carismáticos.
En ese caso, las personas creativas salían mejor paradas. La conclusión, sin embargo, es que en la mayoría de los casos, ser creativo parece ser una desventaja para aquellos que piensan en subir en la escala directiva. "No es fácil escoger líderes creativos", dice Mueller. "Reconocer un líder creativo toma más tiempo y exige más esfuerzo de lo que imaginábamos".

Esa realidad estas conclusiones deberían ser un motivo de preocupación para los consejos de administración de todo el mundo. En una encuesta reciente entre 1.500 consejeros delegados llevada a cabo por el Institute of Business Value de IBM, la creatividad aparece como la principal cualidad para conseguir el éxito futuro de una empresa. Ese descubrimiento no es ninguna sorpresa para Mueller. "Algunas investigaciones muestran que los mejores líderes son personas de ideas creativas", dice ella. "Son personas que reconocen una idea buena, están abiertas a ella y saben cómo esparcirlas por la empresa. La elección de líderes creativos es el principal desafío de cualquier empresa".

Pero comprender que la creatividad es necesaria dentro de una gran empresa no es lo mismo que cultivarla. En realidad, el trabajo de Mueller muestra que quien razona de forma distinta a los patrones tradicionales puede ser penalizado por eso. En el primer estudio llevado a cabo, Mueller y sus compañeros analizaron esa tendencia en la división de una gran refinería multinacional en la India. Un total de 346 empleados participaron en el estudio: de éstos, 291 fueron evaluados por otros 55 respecto a su potencial para el liderazgo. Se pidió a los evaluadores que rellenaran los cuestionarios de evaluación de esos 291 individuos dándoles notas según el grado de apertura para aceptar ideas nuevas y útiles y en qué medida podrían "convertirse en líderes eficaces" y "alcanzar posiciones de liderazgo". Al analizar los datos, Mueller y su equipo tomaron en cuenta la posibilidad de que algunos individuos creativos simplemente no tenían interés alguno en escalar en la jerarquía de la empresa.

El grupo identificó una correlación significativa entre ser creativo y ser poco apto para actividades de gerencia. "Por definición, las personas dicen que la creatividad es algo positivo", dice Mueller. "Es prácticamente imposible lograr que alguien admita que está en contra de la creatividad. Sin embargo, cuando alguien presenta una idea creativa, la reacción es casi siempre de rechazo. La creatividad incomoda a las personas".

"El lanzador de ideas" frente al evaluador de ideas

Ese descubrimiento tuvo lugar en el segundo estudio. En él, Mueller y sus compañeros estudiaron 194 alumnos de una gran universidad del nordeste de EEUU. La mitad del grupo asumió el papel de "lanzador de ideas", mientras la otra mitad se encargó de evaluarlas. El desafío consistía en imaginar una idea que permitiera a una compañía aérea aumentar los ingresos generados por los pasajeros que transportaba. La mitad de los lanzadores de ideas deberían pensar en algo creativo que fuera al mismo tiempo nuevo y útil. La otra mitad debería pensar en alguna cosa útil. Los alumnos tenían diez minutos para presentar sus ideas a los evaluadores; a continuación, los evaluadores les daban notas basadas en varios factores, entre ellos, el grado de creatividad de la idea y el potencial de liderazgo de cada uno.

De nuevo, el potencial de liderazgo de los que tuvieron ideas creativas fue considerado muy inferior al de los que tuvieron simplemente una idea útil. Para garantizar que esa no fuera sólo una cuestión de personalidad, es decir, para evitar que de algún modo las personas más creativas pudieran transmitir una imagen menos simpática, el equipo de Mueller quiso saber también en qué medida los lanzadores de ideas transmitían cualificación y simpatía. El resultado fue que ambos grupos parecían igualmente competentes y simpáticos. Por lo tanto, el problema se restringía simplemente a la presentación de una idea inteligente, sin la influencia de algún problema de personalidad.

Según Mueller, tales descubrimientos corroboran la forma en que las personas siempre han entendido el liderazgo. "El valor del líder para el grupo consiste en que él establezca objetivos comunes, para que el grupo conquiste algo", dice Mueller. "Los objetivos son mejores cuanto más claros sean. Las personas no quieren lidiar con incertidumbres. Por lo tanto, es el líder el que debe disminuir las incertidumbres y crear patrones de comportamiento que se apliquen a todo el grupo. El líder crea esos patrones adaptándose a ellos".

Mueller compara ese pensamiento con la descripción que las personas hacen de alguien creativo. Otras investigaciones académicas constataron que cuando se pregunta a la gente la imagen que tienen de una persona creativa, "además de 'visionario' y 'carismático', otros términos comúnmente usados son 'raros' y 'no conformistas'. El hecho es que las personas no perciben a los individuos creativos solo por el lado positivo. Existe una cierta ambivalencia".

Está claro, dice Mueller, que no toda empresa dificulta la promoción de las personas creativas. Algunas empresas, como IDEO y Apple, están estructuradas de forma específica para incentivar la creatividad y valorar la innovación. La importancia de esas cualidades forma parte de su cultura, dice Mueller, no es mera retórica de la alta gestión. Para probarlo, Mueller y sus compañeros hicieron un tercer estudio.

Ellos reunieron 183 alumnos de una gran universidad del nordeste de EEUU y los separaron en dos grupos. El primer grupo debería pensar en liderazgo y carisma juntos. Para eso, tendrían que nombrar cinco atributos de un líder carismático. "Cuando la palabra 'carismático' se activa en nuestra mente, nuestro raciocinio suele asociarla a creatividad", dice Mueller.

Después de hacer una lista de esos atributos, el grupo escuchó la misma historia presentada en el estudio anterior sobre una compañía aérea que quería aumentar los ingresos generados por los pasajeros que transportaba. La mitad del grupo oyó una versión en que una persona presentaba una idea útil, pero no nueva, para resolver el problema; la otra mitad escuchó una versión en que una persona sugería una idea creativa y útil (cobrar al pasajero que quisiera jugar online durante el vuelo). A continuación, debían evaluar con base al potencial de liderazgo a la persona responsable de la idea. En ese caso, el grupo expuesto a la idea creativa evaluó al autor de la idea y consideró su potencial de liderazgo superior al potencial de la persona evaluada por el grupo que oyó sólo la versión de la idea práctica.

Pero, ¿y si las personas no estuvieran pensando de forma específica acerca de líderes carismáticos? El segundo grupo seleccionado entre aquellos mismos 183 alumnos no debería pensar en carisma y liderazgo como si una cosa estuviera asociada a la otra. Simplemente, ellos debían hacer una lista de los atributos de un líder: la palabra "carismático" no se mencionó. Luego, esos alumnos fueron separados en dos grupos y ambos recibieron la misma tarea, es decir, evaluar una idea creativa u otra útil. En ese caso, los resultados fueron lo opuesto del primer grupo estudiado. El potencial de liderazgo de la persona que había tenido la idea creativa quedó por debajo del potencial del individuo que propuso sólo una idea útil.

La refutación de los estereotipos

Según Mueller, ese estudio señala los sentimientos en conflicto que se apoderan de las personas siempre que hay pensadores creativos cerca. En el trabajo de investigación, los autores destacan que los líderes más originales pueden ser relegados "en favor de otros que conserven el estatus quo aferrándose a soluciones factibles, pero sin mucha originalidad". Para los autores, la realidad creada por ese prejuicio tal vez explique por qué la encuesta hecha por IBM entre diversos líderes constató que muchos de ellos tenían dudas o no se sentían seguros y capaces de asumir la dirección en momentos difíciles. Esas personas habían sido ascendidas de forma objetiva con base "a esa percepción prototípica de liderazgo, y ahora se veían en medio de un mundo de grandes cambios y que requiere un número mayor de respuestas y de raciocinio creativos".

En otras palabras, las empresas deben "refutar los estereotipos" en contra de las personas creativas, dice Mueller. "La verdad es que algunas personas son escogidas para ser líderes, mientras otras, no. Por lo tanto, las empresas necesitan reflexionar acerca de eso y cambiar su sistema de evaluación. Los gerentes necesitan ayuda para comprender cuáles son los estereotipos que tienen en mente y cómo es posible vencerlos".

La cuestión fundamental es la manera mediante la cual las empresas analizan los rasgos asociados a la creatividad. "Existen culturas en que eso no es un problema tan grande como en otras", dice Mueller. La pregunta que se hace es la siguiente: "¿Cuál es su actitud respecto a la evaluaciones del tipo 'estrafalario' y 'disperso'? Si esos trazos fueran considerados sólo desde el punto de vista negativo, su empresa tiene serios problemas". Es importante para las empresas que razonan de esa forma analizar mejor esos prejuicios porque "muchas de ellas quieren ser creativas, pero simplemente no saben qué están haciendo mal. Diagnosticar el problema es el primer paso para resolverlo".

Evidentemente, Mueller no está diciendo que todo sujeto estrafalario y creativo deba ser líder. "Para ser líder, son necesarias diversas habilidades, y la creatividad es sólo una de ellas", dice. "Hay personas creativas que no tienen todas esas habilidades. El desafío, sin embargo, consiste en reconocer a aquellas que son creativas y tienen esas habilidades".

Fuente: wharton.universia.net

para HUIRSE DANIELA BELEN &
HUIRSE BELLINA JORGE ALBERTO
DIRECTORES

IBERO AMERICAN PRESS


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martes, 22 de febrero de 2011

COMPORTAMIENTOS DE LAS REDES SOCIALES EN 2011

22.02.11
Informe: Las redes sociales 2010 -2011: el contenido frente a la sociabilidad

La sociabilidad per se, origen y eje de las redes sociales se debilita y la tendencia es dotar a esos espacios de contenidos que trasciendan “lo social por lo social”.

Universalidad de la incorporación a redes sociales con un 85% de la población internauta usuaria de redes sociales.El número de redes a las que pertenece un usuario se mantiene desde el año pasado. Tras el salto adelante que supuso el año 2009, creciendo este número medio de cuentas de 1,7 (en 2008) a 2,0 (en 2009), este año se mantiene en 2 cuentas de media. Además, un 45% de los internautas participa en alguna comunidad de temática específica.

Facebook es “la red social” llegando a convertirse en sinónimo del concepto red social. Es la herramienta de comunicación más utilizada y referente en el discurso en cuanto a vivencias, expectativas de futuro, etc, imponiéndose en penetración a cualquier red social: el 78% de los internautas son usuarios de Facebook.

El acceso diario a redes sociales en el móvil se dispara: mientras que en 2009 sólo un 9% accedía diariamente a redes sociales en movilidad, este dato pasa a un 29% en esta edición del estudio. Si bien Facebook es la red más visitada en movilidad, Twitter es la que más invita a la transferencia de uso al soporte móvil (del total de usuarios de Twitter, un 40% acceden a esta red vía Internet móvil).

Atendiendo a otras herramientas (mensajería, geolocalización, etc.) Messenger es la herramienta con mayor penetración entre los internautas en movilidad (34 % de usuarios de Internet móvil acceden al menos una vez al mes vía móvil).

Un 86% de usuarios de Facebook dice haber interactuado en algún momento con alguna marca (apuntándose a un evento patrocinado/ haciéndose fan/ visualizando un grupo/página en las actualizaciones de sus contacto...). Mientras en Twitter la relación con marcas es menos frecuente (sólo el 17% de los usuarios dicen ser followers de una marca), pero el recuerdo de marca generado por la interacción es mayor que en otras redes: un 86% recuerda la marca con la que tuvieron alguna relación (vs el 61% en Facebook). Este mayor recuerdo de marca se deriva de la necesidad de iniciativa/proactividad por parte del usuario a la hora de hacerse follower en Twitter, mientras que la interacción en Facebook se da, generalmente, de manera más reactiva.

Coca-Cola es la marca con la que se ha interactuado más recordada con independencia de la red social analizada. Las marcas de moda como Nike, Blanco, Adidas o Zara ganan peso en Facebook y las operadoras de telefonía, entre las que destaca Movistar, en Tuenti.

Sólo 1 de cada 4 usuarios de redes declaran su predisposición a ampliar el repertorio de redes de las que dispone actualmente. Entre aquellos que planean abrirse una nueva cuenta, destaca Twitter como “próximo destino”.

The Cocktail Analysis, agencia de investigación y consultoría estratégica especializada en tendencias de consumo, comunicación y nuevas tecnologías, hace público hoy un extracto de los principales resultados de la 3ª oleada del Observatorio de Redes Sociales, que analiza la evolución de las comunidades y redes sociales entre los internautas españoles y los hábitos y actitudes hacia las mismas. Este año, además de realizar un seguimiento de los indicadores más relevantes analizados en oleadas anteriores, ha incidido particularmente en la actitud de los usuarios ante a la presencia de la marcas en el entorno de las comunidades online, así como al acceso a redes sociales a través del terminal móvil.
Esta tercera oleada del Observatorio se basa en 1.793 encuestas a internautas y 8 grupos de discusión, y se ha llevado a cabo gracias al patrocinio de BBVA y Microsoft.

Datos de penetración y evolución de las diferentes redes

Frente al momento de explosión de las redes sociales que se vivió en 2009, 2010 aparece como un año de consolidación y ligero crecimiento con un 85% de usuarios de redes sociales (81% en 2009) y con una considerable estabilidad en el número medio de cuentas activas, con 2 cuentas en redes sociales por usuario.

Analizando por redes:

• Facebook es “la red social”: Entre el conjunto de población internauta, Facebook se sitúa como la red más popular (casi universal en determinados tramos de edad), con un 78% de penetración (usuarios con cuenta activa)

• Tuenti y Twitter se consolidan en sus respectivos territorios: Tuenti con 35% de penetración vive su momento de afianzamiento, mientras Twitter despega desde el 9% (2.009) hasta un 14% de internautas usuarios de esta red de microblogging, muy vinculado a una “juvenilización” de sus usuarios.

• Por otro lado, continúan en una dinámica negativa Hi5, Myspace y Fotolog con las mayores tasas de abandono de redes (por encima del 20% y por tercer año consecutivo en dinámica de pérdida de usuarios).

• La expansión de las redes temáticas: un 45% de los internautas participa en alguna red/comunidad de temática específica. Entre las más destacadas están las de temáticas relacionadas con disciplinas formativas o profesionales (entre las que encontramos una gran dispersión), y las de hobbies: deporte, ocio y música.

• En cuanto a otros servicios de comunicación online, destaca Messenger como líder otro año consecutivo de las herramientas de mensajería instantánea, con un 69% de penetración. De Messenger cabe destacar que el 90% de los usuarios que tienen cuenta y la usan, la tienen desde hace más de tres años.
Entre los usos más habituales de las distintas redes analizadas:

• En Facebook y Tuenti las actividades más frecuentes tienen que ver con la comunicación con los contactos. En segundo lugar “ver fotos y perfiles de otros usuarios, cotillear”, siendo en Tuenti más intensiva. Cuando acceden a través del móvil el usuario tiende a ser “pasivo” (ver y leer), aunque en Tuenti muestran algo más de actividad (un 36% declaran acceder tanto para publicar como para ver/leer publicaciones).

• Mientras en Twitter se centra más en seguir la actividad de los contactos (la mitad de los usuarios lo hacen con frecuencia) mientras que sólo un tercio dicen publicar tweets con frecuencia.

El abandono de las redes sociales

4 de cada 10 cuentas abiertas en redes sociales son cuentas no activas: o se han cerrado o, aunque se mantienen abiertas, han dejado de usarse.

Al margen de las redes que muestran un cierto agotamiento (Xing, Fotolog, Hi5, Sónico, Badoo y MySpace), las redes / plataformas que más se han abandonado son Twitter y LinkedIn: sin embargo, existe una elevada disposición a reabrir las cuentas en estas redes y son más los usuarios que se incorporan por vez primera a ellas.

Entre los motivos de abandono generales destacan:

• Las cuentas zombis: cuentas que se abren y sin experiencia con las mismas, se cierran, sin llegar a probarse. De la totalidad de redes que sufren abandono hay una alta proporción de usuarios que declaran haber abierto la cuenta y no haberla utilizado nunca.

• El efecto masa crítica: ausencia de amigos/contactos que usen esa red.

• La falta de utilidad percibida que deriva en el abandono.

Las redes sociales en movilidad y la reconfiguración de los usos

4 de cada 10 internautas encuestados usan internet en el móvil al menos una vez al mes (con más frecuencia entre varones y las edades más jóvenes).

El acceso a redes sociales a través del móvil se ha convertido en uno de los principales usos de Internet móvil: un 73% de los usuarios de Internet Móvil consultan redes sociales por esta vía.

Es más, el acceso diario se dispara: mientras sólo un 9% accedía diariamente a redes sociales en movilidad, este dato pasa a un 29% en esta edición del estudio. Los nuevos smartphones –con sus tarifas planas- y las aplicaciones relacionadas con estos servicios, han “levantado” las barreras de uso tradicionales (precio y usabilidad). Facebook es la red social que presenta un mayor acceso en movilidad: si bien, relativizando este dato al total de usuarios de cada red social, Twitter es la que muestra una tasa de movilidad más elevada, es decir, del total de usuarios de Twitter un 40% acceden vía Internet móvil.

En cuanto a las funcionalidades más novedosas, 3 de cada 10 usuarios de Internet en movilidad utiliza algún servicio de geolocalización. El mercado de herramientas/servicios de geolocalización presenta una gran dispersión y todavía es confuso para el usuario.

Dentro del repertorio, destacan Google Maps y Foursquare como las herramientas más notorias.
Además, destaca el uso de las herramientas de mensajería instantánea en movilidad, Skype y Messenger, que continúa siendo el líder en penetración también en movilidad (con un 34% de usuarios que acceden al menos una vez al mes) y novedades como el chat de Blackberry y what´s app, que comienzan a suponer un “boom” entre ciertos perfiles (movilizando incluso hacia este tipo de terminales –Blackberry, iPhone, Android,…).

La presencia de marcas en las redes sociales

La relación con las marcas se muestra más intensa en Facebook (86% de sus usuarios dicen haber interactuado en algún momento con alguna marca) y, a considerable distancia, en Tuenti (49%). Estamos hablando de una interacción, que no exige una excesiva intencionalidad y motivación por parte del usuario, ya que está basada en apuntarse a un evento patrocinado/ hacerse fan de una marca/ visualizar un grupo/página en las actualizaciones de sus contactos.

En Twitter, si bien la relación con marcas es menos frecuente ( solo el 17% de los usuarios son dicen ser followers de una marca), se genera un vínculo más fuerte: hay una clara afinidad con ella e interés hacia el contenido que publica, ya que la marca “se busca” proactivamente, se selecciona…

Esto influye de manera decisiva en el recuerdo de marca generado por la interacción en cada una de las redes, así, el mayor recuerdo específico de marca se produce en Twitter (86% recuerda la marca con la que tuvieron alguna relación): la mayor vinculación –originada en una mayor proactividad- se asocia a mayor recuerdo.

El nivel de recuerdo es menor en Facebook y Tuenti (61% y 55% respectivamente), donde la relación, como se ha visto, se produce de forma reactiva.

Entre 5 y 6 de cada 10 usuarios han hecho referencia a alguna marca o producto en sus conversaciones tanto en Facebook, Tuenti como en Twitter (ya sea escribiendo comentarios sobre productos concretos, publicidad o sobre las propias marcas), lo que indica que se está produciendo una apertura de las temáticas de conversación en las redes sociales y como las marcas son objeto de conversaciones en estas plataformas, apareciendo de manera espontánea en el discurso de los usuarios.

Entre las iniciativas que los usuarios consideran más interesantes que las marcas lleven a cabo en redes sociales destacan aquellas relacionadas con el empleo, seguidas de cerca por las promociones y ofertas de la marca y la información cultural.

Saturación lo social y orientación al contenido

A nivel cualitativo, la interacción en redes sociales viene caracterizada por una serie de atributos (es una interacción “fácil”, exige escaso esfuerzo al usuario…) que determinan el paradigma de la hipercomunicación, es decir, una comunicación más intensa y más extensa:

• Tiende a sustituirse el uso del teléfono móvil, fijo, email y mensajería instantánea por el uso de la red social

• Se generan nuevas necesidades, racionales o no, de comunicación …

• Aparecen más oportunidades para contar/publicar cosas

• Se sigue de forma cómoda las publicaciones de los contactos

• Se abre cada vez más el abanico de tipos de contactos y áreas de contenidos, entrando el consumo y las marcas de forma natural.

Esta hipercomunicación tiene dos consecuencias:

• Se genera en algunos usuarios cierta incomodidad por un uso excesivo o poco justificado.

• Se convierte en algo común y poco diferenciado: el escenario está “cargado” de conversaciones, temas, actores… y cuesta diferenciarse.

Todo ello desemboca en que la sociabilidad per se, origen y eje de las redes sociales, se agota y se produce la apertura hacia los contenidos, éstos justifican el acceso a redes, apareciendo una pauta de acceso más práctica y operativa, donde la motivación va más allá de la sociabilidad en sí misma.
Fenómenos emergentes

Como fenómenos emergentes se identifican los siguientes comportamientos y actitudes:

• Revisión de contactos: Tras la agregación masiva de contactos propia del momento de explosión de las redes sociales, se plantea una revisión, bloqueo y eliminación de los contactos “no deseados”. La cantidad de contactos ya no es el objetivo, se valora más la calidad e interés que despiertan los mismos, en su rol de audiencia del propio usuario y de emisores de información.

• Gestión de la privacidad:

- De forma consciente y activa, a través de las posibilidades de las propias plataformas: grupos cerrados, envío de mensajes privados, uso del chat …

- De forma más sutil e inconsciente: limitando la publicación de contenidos y fotos, con lenguaje poco explícito (solo descifrable por algunos contactos), …

• Selección y “Back to basics”: Se selecciona la red en la que interactuar en función del contacto o el objeto de conversación.

Y también se está redirigiendo la interacción a otros canales, que se viven más cercanos en términos emocionales y más privados, como la mensajería instantánea o el email.

Esto genera también la necesidad de interactuar mediante otras herramientas, como Messenger, para conversaciones más privadas o para intercambio de archivos. Entre el público más joven destaca el traspaso de conversaciones de Tuenti a Messenger para determinadas conversaciones o intercambio de documentos.

• Abandono de la red: En el extremo, el carácter que adoptan las relaciones y el bajo valor que se otorga a la comunicación a través de las redes sociales llega a desembocar en el abandono de las mismas.

Ficha técnica 3ª Ola Observatorio Redes Sociales

El informe presentado aporta datos procedentes de:

Módulo cuantitativo: Encuesta online a internautas de 16 a 45 años, ponderado por población internauta último día. Tamaño muestral: 1.793 individuos. Error Muestral: 2,36%. Nivel de Confianza del 95,5%, p=q=50%.

Módulo cualitativo: 8 Minigrupos de discusión (5 participantes) con usuarios de redes sociales de 16 a 40 años. Divididos en:

• Usuarios de redes sociales, con representación de las diferentes tipologías de redes (exposición, contenidos/temáticas, microblogging, profesionales, mensajería instantánea, …).

• Abandonistas: migrados de una a otra red y abandonistas totales, de Tuenti y Facebook.

Trabajo de campo llevado a cabo en Noviembre y Diciembre de 2010.

Para acceder al informe de carácter público

O puede descargarse en pdf

Fuente: tcanalysis.com

para HUIRSE DANIELA BELEN Y HUIRSE BELLINA JORGE ALBERTO
DIRECTORES

IBERO AMERICAN PRESS

Nota : Les damos la Bienvenida!!! a los nuevos lectores de Israel, Jordania, Serbia, Dinamarca, Polonia y Alemania.
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sábado, 19 de febrero de 2011

PREMIOS LO NUESTRO A LA MUSICA LATINA 2011

y, February 18 2011
Wisin y Yandel, Camila, Banda El Recodo y Prince Royce los ganadores en los "Premios Lo Nuestro a la Música Latina 2011".
Además de Aventura, Enrique Iglesias, Espinoza Paz, Jenni Rivera, Juanes y Pitbull.La Sensación De La Música Urbana, Pitbull, Abrió el Espectáculo con un Número Electrizante, Acompañado por el Elenco del Exitoso Show De Las Vegas, 'Le Rêve'
Wisin y Yandel, Camila, Banda El Recodo y Prince Royce los ganadores en los
Fuente Univision
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Miami, FL, EE.UU. - 18 de febrero de 2011 - Con 3 premios cada uno, el dúo superestrella del Reggaetón, Wisin y Yandel (Álbum del Año, Canción del Año – Género Urbano y Artista Premio Lo Nuestro del Año), el grupo sensación del pop, Camila (Álbum del Año, Grupo o Dúo del Año y Canción del Año – Género Pop), el renombrado conjunto de música mexicana Banda el Recodo (Álbum del Año, Grupo o Dúo del Año y Canción del Año – Género Regional Mexicano) y la nueva estrella de la bachata, Prince Royce (Artista Masculino del Año, Solista o Grupo Revelación del Año, y Canción del Año – Género Tropical) fueron los grandes ganadores en la espectacular ceremonia del "Premio Lo Nuestro a la Música Latina", transmitida en vivo por la cadena Univision desde el American Airlines Arena en Miami.

La entrega anual de los premios contó con la participación del legendario grupo de rock Maná, el astro internacional Ricky Martin y la "Novia de México" Lucero, quienes recibieron los galardones especiales "Premio a la Excelencia", "Ícono Mundial" y "Trayectoria Artística", respectivamente.

Los reyes de la bachata, Aventura, el cantante multiplatino Enrique Iglesias, el cantautor de música regional mexicana Espinoza Paz, la diva de la música banda, Jenni Rivera, el cantautor colombiano Juanes y la sensación de la música urbana, Pitbull, también se llevaron múltiples estatuillas en sus respectivos géneros musicales.

La glamorosa velada, una de las más esperadas del año, se inició con una presentación electrizante a cargo de "Mr. 305", Pitbull, quien se adueñó del escenario para cantar su último hit, "Bon Bon", enmarcado por las espectaculares acrobacias el elenco de bailarines del exitoso show de Las Vegas, "Le Rêve".

Lucero llevó al público en un recorrido de su carrera con un popurrí de algunas de sus canciones más populares, incluyendo su más reciente éxito, "Indispensable"; y Maná complació a la audiencia cantando algunos de sus mayores éxitos, entre ellos el tema "Labios Compartidos", solicitado por los fans a través del Internet.

Los momentos más románticos de la noche los brindó el intérprete mexicano Cristian Castro, quien le rindió tributo al "Príncipe de la Canción", José José, cantando algunos de sus éxitos más memorables.

Por su parte, Camila volvió loco al público con su interpretación de tres de sus hits más recientes, "Mientes", "Aléjate de Mi" y "Bésame", este último en un inolvidable dueto con Gloria Trevi; y Jenni Rivera con la interpretación de "Él", tema principal de la exitosa novela de Univision, "Eva Luna".

Además, también se presentaron La Arrolladora Banda El Limón cantando "Niña de Mi Corazón", Dyland y Lenny con "Quiere Pa' Que Te Quieran", Jorge, Alex y Lena con "Estar Contigo", Tony Dize y RKM y Ken-Y con "El Doctorado", Intocable con "Robarte Un Beso", y para cerrar el espectáculo en un gran ambiente de fiesta, el intérprete de reggaetón Fuego se unió a Omega para interpretar los temas "Superestrella" y "Qué Buena Tu Tá".

Los conductores de "Premio Lo Nuestro 2011" fueron la querida actriz y comediante Angélica Vale y el versátil actor y presentador Jaime Camil.


SBS Interactive Network y Univision

para HUIRSE DANIELA BELEN & HUIRSE BELLINA JORGE ALBERTO
DIRECTORES DE
IBERO AMERICAN PRESS
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jueves, 17 de febrero de 2011

PUEBLOS ORIGINARIOS EN AMERICA - ARGENTINA


ARGENTINA


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Es un país federal con una población de 40 millones de personas de las que 600.329 son consideradas descendientes o pertenecientes a uno de los pueblos indígenas reconocidos: atacama, ava-guaraní, aymara, calchaquí, chané, charrúa, chorote, chiriguano, chulupí, comechingón, diaguita, guaraní, huarpe, kolla, lule, mapuche, mbyá guaraní, mocovi, nivaclé, omaguaca, ona, pampa, pilaga, querandí, rankulche, tapieté, tehuelche, toba-qom, tonicote, tupí guaraní y wichí [1]. El censo incluye en el apartado de “otros” a los pueblos abaucán, abipón, ansilta, chaná, inca, maimará, minuán, ocloya, olongasta, pituil, pular, sanavirón, sashagan, tape, tilcara, tilián y vilela especificando que no se les ha contabilizado de forma individual debido a la “escasa cantidad de casos muestrales” y considerar que el número total de componentes de estos pueblos es de 3.864 personas. Los mapuche, con una población censada de 113.680, son los más numerosos y en sus dos terceras partes viven en la provincia de Neuquén.

No obstante, las organizaciones indígenas no consideran que sea éste un número creíble no sólo porque critican la metodología empleada para cuantificarles, sino porque en zonas urbanas donde vive gran cantidad de gente indígena la encuesta no pudo realizarse de manera intensiva y porque existen aún en el país muchas personas que disimulan su identidad indígena por temor a ser discriminadas. A buen seguro que tienen razón puesto que un estudio reciente de la Universidad de Buenos Aires establece que el 56% de los argentinos tiene “al menos un ancestro indígena”.

La mayoría de estos pueblos son transfronterizos, habitantes de regiones como el Chaco (a caballo entre Paraguay, Bolivia y Brasil) o la Patagonia (con Chile). Nómadas o sedentarios, cultivadores de tierra o cazadores-recolectores todos ellos se aferran a sus tierras, a su hábitat y luchan por conservarlo y expandirlo sin concebir el mismo como un bien económico, sino como un espacio de vida. Los mapuche, toba y kolla son los más numerosos de entre los censados mientras que los pueblos tapieté y ona son los que cuentan con menos integrantes, en cifra inferior a los 600 cada uno de estos pueblos. El número de lenguas es de 15, agrupadas en 7 familias lingüísticas.

A partir de la década de 1990, coincidiendo con el inicio del cambio en la normativa internacional impulsado por el Convenio 169 de la OIT, se produjeron avances en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas en Argentina aunque aún no se había adherido formalmente al mismo. El acceso al territorio y puesta en marcha de sistemas de salud y educación interculturales, junto a la implementación de un sistema de consulta previa, libre e informada ante cualquier iniciativa que los afecte son algunos de ellos, así como el derecho a la propiedad y posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan, al reconocimiento de la personalidad de sus comunidades y a la participación en la gestión de sus recursos naturales. Este proceso se inició a partir de la reforma constitucional de 1994 y la ratificación del Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la OIT, en el año 2000, no necesariamente se tradujo en políticas públicas. No se puede decir, por lo tanto, que Argentina esté atravesando una etapa de “revalorización” de los indígenas en el terreno económico o político. En la estructura federal del Estado, el Congreso tiene competencia para dictar las leyes que reglamenten el nivel mínimo de realización efectiva de los derechos de los pueblos indígenas y las provincias, concurrentemente, pueden dictar normas que sostengan una mayor protección. Sin embargo, no es así y en la práctica el reconocimiento de estos derechos es tan bajo que la mayoría de ellos, incluyendo los fundamentales, carecen de reglamentación legislativa.

Las principales decisiones oficiales en donde se hallan comprometidos la supervivencia, la dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas son adoptadas por los poderes públicos provinciales legislativo, ejecutivo y judicial con un altísimo nivel de vinculación política, económica e ideológica con los grupos privilegiados beneficiarios de las injusticias históricas cometidas en contra de los pueblos indígenas. Es algo que denunció ya en 2003 el Movimiento Ecuménico de los Derechos Humanos, una institución que desde 1997 se viene significando en el apoyo a las reclamaciones de los pueblos chorote, wichí, guaraníes y qom-toba, y que tenía que ver con la inacción gubernamental y provincial en adecuar la legislación interna al Convenio 169 de la OIT en aspectos clave para los indígenas como los derechos de participación y a la consulta previa en explotaciones mineras, hidroeléctricas y madereras.[2]

La resistencia a incorporar las normas internacionales al derecho interno no se traducía siquiera ni en la cuestión educativa puesto que la escolaridad primaria completa aún a día de hoy es muy baja; menores todavía los resultados en educación secundaria, y son casi inexistentes si se habla de educación superior, por hablar sólo de la cultura y la lengua, la cuestión estrella para la mayoría de los países cuando se refieren a los pueblos indígenas y la protección de sus derechos. Además, a primeros de 2010 el 90% de la población originaria en Argentina no recibía aún clases en su lengua de origen, lo que pone de manifiesto la falta de maestros de los diferentes pueblos y nacionalidades y de cargos docentes para este fin a pesar de las buenas intenciones legislativas a nivel federal.

Los pueblos indígenas han visto cómo se ha ido incorporando, con cuentagotas, alguno de sus derechos al ordenamiento legal. Si como muestra vale un botón, baste señalar lo que viene ocurriendo desde que a finales de 2006 el Congreso promulgó la ley de Emergencia sobre Posesión y Propiedad de las Tierras Comunitarias Indígenas, que generó unas grandes expectativas sobre el reconocimiento de las tierras de los pueblos originarios puesto que suspendió la ejecución de sentencias y actos de desalojo por un lapso de tiempo de cuatro años para realizar una titulación de las tierras indígenas que antes hubiesen sido inscritas como particulares.

Se establecía que el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) era el encargado de hacerlo, de forma conjunta con el Consejo de Participación Indígena. Esta instancia, creada en el año 2004, es un órgano colegiado de 83 representantes, entre titulares y suplentes en representación de cada pueblo originario y provincia, elegidos por las comunidades indígenas. También se creó una Dirección de Pueblos Originarios y Recursos Naturales presidida por un dirigente del pueblo mapuche y un Fondo Especial para la Asistencia de las Comunidades Indígenas por el que se pretendía consolidar la posesión tradicional de las tierras que ocupan comunidades originarias, los programas de regularización dominial (tierra de propiedad plena de la comunidad o del individuo) de tierras fiscales provinciales y nacionales y la gestión de compra de otras tierras aptas y suficientes para el desarrollo humano. Pero todas estas instituciones pronto terminaron convertidas en instancias poco más que decorativas. El INAI no era autónomo dado que las formas de elegir la representatividad indígena se halla en manos del Estado y no de los propios pueblos representados, tal como denunció el Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial en uno de sus últimos informes.[3] La crítica de este organismo de la ONU implicaba que a pesar de que esa instancia se presentaba por el gobierno como un proceso de protagonismo de las comunidades y pueblos indígenas, en realidad era un organismo “intervenido por decisiones externas a los pueblos”. Lo que debería ser el principal espacio de presencia indígena en Argentina, a nivel estatal, quedaba reducido a una instancia cosmética. Y si esto es así en el Estado, no cuesta mucho imaginar que en las provincias, donde se adopta la mayoría de las decisiones relativas a los pueblos originarios, la participación indígena es de similar o inferior nivel o simplemente no existe, tal como ocurre en Neuquén. La situación en esta provincia se abordará más abajo con algunos ejemplos.

Con unas instancias decorativas antes que prácticas la ley de Emergencia sobre Posesión y Propiedad de las Tierras Comunitarias Indígenas fue boicoteada desde el primer momento por los propios gobiernos provinciales, que cedieron a la presión de los grandes grupos oligárquicos ante el temor que el cumplimiento de dicha ley pusiese de manifiesto la apropiación fraudulenta de esas tierras tras el proceso de independencia de la colonia y, de forma especial, a raíz de la campaña militar de ocupación de los territorios indígenas llevada a cabo entre 1879 y 1885. Se dificultaron los procesos de titulación de las tierras reclamadas por las comunidades originarias -ahora en manos de corporaciones y propietarios privados y entidades públicas- y ello llevó a la continuación de los desalojos y la represión contra los movimientos indígenas en todos los ámbitos, privados y oficiales, y en todas las provincias. Había casos que llevaban 20 años en los tribunales y seguían sin resolverse, como era el caso de una reclamación mapuche en Río Negro. Había otros en los que se obstaculizaban, negaban o rechazaban las demandas que se presentaban sobre la propiedad de la tierra indígena. En muchas comunidades se intimidaba, presionaba y perseguía a quienes insistían en sus denuncias o se les iniciaba un procedimiento penal por “usurpación de tierras”. O se llegaba a extremos de verdadero esperpento dentro de la tragedia que suponía para los pueblos indígenas cuando grandes empresas ponían algunas tierras a disposición de los pueblos originarios, como sucedió en 2006 en la provincia de Chubut, para que familias mapuche “desarrollaran sus procesos productivos”. Se vendió como un importante gesto de responsabilidad social por parte de la empresa y tuvo una gran acogida dentro de los medios de comunicación. Lo que sucedía es que esas tierras eran cualquier cosa menos productivas y por ello mismo los mapuche rechazaron tan generosa “donación”.[4]

Muchas de las tierras en litigio se consideraron “fiscales”, es decir, que el gobierno local tenía potestad de decidir a quién se las entregaba y en su mayoría se hizo “a terceros no indígenas”. De nuevo la ley y la trampa con los pueblos originarios. Sin embargo, éstos no cejaron en sus reivindicaciones y fue en una de las provincias, Jujuy, donde los indígenas pudieron ver por vez primera cómo la justicia obligaba al gobierno provincial a entregar un lote de tierras de los territorios ancestrales a los pueblos kolla, atacama, ocloya, omaguaca, quechua, tilián y guaraní al aplicar las disposiciones del Convenio 169 de la OIT. Era un fallo histórico por ser el primero en Argentina que emitía disposiciones generales para hacer efectiva la entrega de las tierras a las comunidades, a quienes reconocía como sujetos de derecho colectivo y como actores fundamentales en el proceso de definición de políticas públicas orientadas a cumplir con el marco jurídico que tutela sus derechos. Se resolvía así un largo pleito en el que las comunidades indígenas no sólo denunciaban el incumplimiento por parte del Estado si no que constataban cómo a través de órganos como el Instituto Jujeño de Colonización y la Dirección de Inmuebles la provincia vulneraba sus derechos al entregar a “terceros no indígenas” tierras en lugares señalados como territorio de las propias comunidades. Hasta ese momento, la provincia de Jujuy sólo había entregado tres títulos de propiedad comunitaria (y habían transcurrido seis años desde la ratificación por Argentina del Convenio 169 de la OIT).

Mientras, continuaba el saqueo de las riquezas naturales de los territorios indígenas. Una de ellas, la madera. La Ley de Bosques Nativos se había aprobado en 2007, pero aún no se había procedido a su reglamentación y ese vacío fue llenado con camiones y camiones de madera puesto que los gobiernos provinciales, como el de Salta, otorgaron casi a mansalva permisos de desmonte en cifras que superaban lo normal, si se entiende por normal el hecho de haberse producido, en el momento de aprobación de la ley a nivel federal, un aumento del 570% en esos permisos.

No era solo la madera. También el petróleo y el gas. Los mapuche denunciaron que se negociaba la extensión de concesiones petrolíferas que afectaban a 14 de sus comunidades y transnacionales como Repsol-YPF y Petrobras lograban prórrogas de hasta 10 años en sus concesiones. Las explotaciones agropecuarias, mineras y forestales crecían a un ritmo vertiginoso, tanto como para que Argentina pudiese presumir de un crecimiento económico que parecía imposible en un país que unos pocos años antes estaba sumido en una crisis económica y financiera desconocida (el llamado “corralito”). Un crecimiento que iba aparejado de altísimos niveles de deforestación (con pérdida del 75% de los bosques nativos originales[5]) y una expansión de la frontera agropecuaria hacia los territorios indígenas, además de la ya consabida acción económica de las empresas extractivas puesto que, según la Secretaría de la Minería de la Nación, el 75% de la superficie de Argentina se encontraba “inexplorada”.

No obstante, y pese a que el nivel organizativo de los indígenas era muy débil a nivel nacional dado que se centraban en la defensa de sus intereses más inmediatos, en los lugares en que viven se lograron acuerdos a nivel de pueblo (Coordinadora de Organizaciones Kollas Autónoma, Confederación Mapuche del Neuquén) que dio fuerza a su reivindicación territorial logrando algunos éxitos parciales y concretos –con Jujuy como ejemplo- que sirvieron para que se pudiese lanzar una nueva ola de denuncias sobre sus territorios. Ello obligó al gobierno federal a aprobar leyes, como la de Emergencia de la Propiedad Comunitaria que ordenaba paralizar los desalojos de comunidades indígenas por un período de 4 años y realizar un “relevamiento” (estudio jurídico-técnico y catastral) de las tierras que tradicionalmente ocupan -con lo que se dejaba fuera las reivindicaciones de territorios ancestrales- durante los tres primeros años de la ley, o la que obligaba a los gobiernos provinciales a poner en marcha las medidas aprobadas y que fue adoptada prácticamente por unanimidad en el Congreso, con sólo 3 votos en contra. El gobierno federal, además, hizo un intento de incentivar la inscripción y reconocimiento de las comunidades indígenas en Argentina, contabilizando en todo el país 550 de las que entre 2007 y agosto de 2008 se habían inscrito 230 legalmente.

El gobierno mostraba buenas intenciones, tal y como testificaban los organismos internacionales tras votar a favor de la DDPI, pero era incapaz de reglamentar la aplicación de las leyes y lograr que se cumplieran por parte de las administraciones intermedias. En 2010 sólo 8 de las 23 provincias se mostraban dispuestas a cumplir los preceptos legales. Un ejemplo es que el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas sólo podía llevar a cabo con cierto grado de compromiso sus proyectos en esas ocho provincias, y eso no sin dificultades puesto que o bien no llegaban los fondos acordados o bien la burocracia retrasaba los proyectos, como ocurrió en Santa Cruz con los pueblos mapuche y tehuelche. Algunos de los pueblos originarios argentinos han llevado sus casos a organismos internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, pero no han conseguido nada hasta el momento. Por todo ello, el gobierno no ha tenido más remedio que prorrogar hasta el 2013 todas las disposiciones de la ley, en especial la suspensión de desalojos y el programa de delimitación de tierras.

Mucho tiene que ver en lo ocurrido el monocultivo de la soja, una de las principales fuentes de exportación en la Argentina actual. En los últimos catorce años, Argentina ha vivido una expansión sin igual de este cultivo hasta llegar a los 18 millones de hectáreas que son, ni más ni menos, que el 50% del total de las tierras cultivables del país. Esta expansión hacia tierras casi vírgenes provocó enfrentamientos con los pueblos originarios (se calcula que serían unas 42 millones de hectáreas las cubiertas por bosques nativos), lo que llevó al Gobierno federal a aprobar en 2008 la Ley de Bosques.

En virtud de ella, se dictaba una moratoria en la tala y desmonte hasta que cada provincia realizase “de manera participativa” un plan de uso sustentable de los bosques nativos y se facultaba a los gobiernos provinciales no sólo para crear un fondo económico para preservar los bosques nativos, donde se ubican gran parte de los poblados de los indígenas, sino para decidir qué uso se les daba. Con esta ley, enmarcada en la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas aprobada por la ONU un año antes, debían ser los pueblos indígenas quienes administrasen los recursos de “sus” bosques. Pero ni la ley ni las sentencias judiciales arredraron a los gobiernos provinciales ni a los terratenientes, que continuaron con el desmonte para ampliar el terreno de cultivo de la soja. El caso más llamativo se produjo en la provincia de Salta, una zona donde viven nueve de los pueblos indígenas de Argentina, y en la que se autorizó el desmonte de 400.000 hectáreas de bosque nativo. Los indígenas recurrieron, pero cuando la justicia paralizó el desmonte ya habían sido deforestadas 153.000 hectáreas.

La expansión del cultivo de soja estuvo en el origen del conflicto entre los “ruralistas” y el gobierno argentino durante la última mitad de ese año 2008, sin que los intereses de los pueblos originarios fuesen tenidos en cuenta lo más mínimo.

Y así ocurre también con los territorios indígenas con recursos naturales. Las disposiciones relativas a los recursos, especialmente la legislación de hidrocarburos, el código de minería, y los códigos de aguas y leyes de tierras provinciales, en ningún caso han incorporado los derechos de propiedad, consulta y participación que establecen tanto la Constitución como el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y los demás tratados internacionales de derechos humanos. La legislación reglamentaria interna, nacional y provincial, carece de la mínima adaptación a dichas normas. Esta omisión legislativa origina numerosos abusos por parte de las empresas extractivas y de los gobiernos provinciales, quienes no se consideran obligados al cumplimiento de las obligaciones internacionales. Es el caso de lo que sucede con la minería o los hidrocarburos. Por ley, son los gobiernos de las provincias quienes tienen la propiedad de esos recursos y, como con el caso de la soja, por esta razón tampoco se ha contado con los intereses de los pueblos indígenas. En provincias como Chubut y Río Negro los gobiernos provinciales facilitaron en 2008 a una transnacional canadiense, Aquiline Resources, el control de 500.000 hectáreas de terreno, en su gran mayoría indígena, para exploración minera y prácticamente gratis puesto que sólo el 3% de los beneficios, si les hubiese, revertirían en la provincia.[6] El poder de los gobiernos provinciales es tal que prácticamente obligaron a la presidenta Cristina Fernández a vetar, en noviembre de ese año, una ley adoptada por amplia mayoría en el parlamento federal que restringía la actividad minera y la perforación petrolera en los glaciares del país y, en concreto, en la cordillera de los Andes donde otra transnacional canadiense, Barrick Gold, impulsa un importante proyecto minero. Los gobernadores habían llamado a la rebelión si la presidenta no vetaba una ley que “amenazaba” sus proyectos de desarrollo y a la que consideraban “excesiva” por prohibir la explotación minera o la perforación petrolera en los glaciares, al dar preeminencia a los aspectos ambientales sobre los económicos.

El caso de los glaciares ponía de manifiesto cómo la sobreexplotación de los recursos naturales ha llevado a la necesidad de buscar nuevos lugares de explotación tanto de minerales como del petróleo y gas. De los primeros -y aprovechando las facilidades otorgadas por el gobierno federal, que permite a las compañías mineras explorar los recursos disponibles en ni más ni menos que 5.000 kilómetros de la cordillera de los Andes, prácticamente toda su extensión- las provincias han comenzado a autorizar empresas mineras en territorios indígenas kolla (en Jujuy) o ampliar la minería del cobre a cielo abierto en la Patagonia y así se ha entrado en conflicto con los mapuche, que llevaron el caso del cobre a los tribunales logrando un momentáneo éxito al paralizar uno de estos proyectos en Neuquén, aunque ello provocó que el parlamento de esta provincia aprobase, con carácter de urgencia, una modificación de la ley que daba vía libre al proyecto estableciendo controles sobre el impacto medioambiental. De los segundos, en algunos lugares se ha obligado a las comunidades a firmar acuerdos con las petroleras, como también ha sucedido en Neuquén.

El caso de esta provincia es significativo de lo que ocurre en Argentina. La constitución de Neuquén –equivalente a lo que en el Estado español serían los estatutos de autonomía- reconoce todos los derechos de los pueblos indígenas que habitan en esta provincia, incluyendo la “personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan” y añadiendo que ”ninguna de ellas será enajenable, ni transmisible, ni susceptible de gravámenes o embargos”, para lo que la provincia “asegurará su participación [de los indígenas]en la gestión de sus recursos naturales y demás intereses que los afecten, y promoverá acciones positivas a su favor”. Pero cuando estos pueblos, como fue el caso mapuche, se acogen a la ley esta, simplemente, se cambia, modifica o “reforma”. De forma muy democrática, eso sí.

Se da la circunstancia de que el nombre de esta provincia es de origen mapuche (Newken), al igual que la mayoría de sus ciudades (Zapala, Añelo, Chos, Cutral Co, Malal son sólo algunas), ríos (Limay, Aluminé, Chimehuin…), lagos (Traful, Meliquina, Curruhue…) y montañas (Domuyo, Cochicó, Palao…). A pesar de ello, la política oficial es “invisibilizar” a los mapuche. Está bien que se refleje su influencia en la historia y en la toponimia de la provincia, pero no que existan físicamente como individuos y, menos aún, como pueblo. Y eso a pesar que se trata de una de las principales provincias del país en orden a la presencia indígena, que llega a ser mayoritaria en algunas zonas concretas de una provincia que tiene una población indígena que supone el 20% del total de sus habitantes y, como se ha dicho al comienzo del relato de este país, en ella residen dos tercios del total de los indígenas mapuche en Argentina.

Neuquén no es más que el exponente, si se quiere el más duro, de lo que ocurre en Argentina con los pueblos indígenas. Si éstos organizan una movilización contra la minería en sus tierras, el gobierno facilita una “contramanifestación” a la que acuden empresarios, trabajadores mineros, profesores y estudiantes de diferentes ingenierías.[7] Si protagonizan una toma colectiva de tierras se los encarcela porque jueces y políticos consideran que “no es admisible” el ejercicio directo de esos derechos o bajo la acusación de “protesta excesiva” (sic) cuando intentan oponerse a los desalojos de lo que consideran sus tierras por parte de los terratenientes locales.[8] A pesar de todo, los mapuche han conseguido recuperar casi la mitad de las 114.000 hectáreas de lo que consideran sus territorios ancestrales.

La contestación indígena ante la generalización de este tipo de situaciones, en forma de movilizaciones duramente reprimidas la mayoría de ellas, llevó a la Confederación Mapuche del Neuquén a tomar dos iniciativas que han puesto en un serio aprieto al gobierno federal y al gobierno provincial. La primera, la creación del Observatorio de Derechos Humanos para los Pueblos Indígenas en 2009 con el objeto de realizar un soporte, en los ámbitos jurídicos y de las ciencias sociales, para el cumplimiento efectivo de los derechos de los pueblos indígenas en la región. En el informe 2009-2010, circunscrito a esta provincia, se documenta la “discriminación institucionalizada” puesto que no existen espacios dedicados exclusivamente a la elaboración de política indígena, ni se han creado áreas específicas para el tratamiento de las problemáticas que afectan a las comunidades indígenas, ni agencias públicas en donde se analicen las políticas que las involucran. Un ejemplo es que el presupuesto provincial no contempla ninguna partida para sostener el funcionamiento de las instituciones propias del pueblo mapuche, ni reservas especiales para atender a la aplicación de pautas diferenciadas para las áreas y reparticiones que traten con sus comunidades.[9] La segunda, la solicitud de intervención de la ONU para frenar los abusos, la discriminación y la criminalización de todos los pueblos originarios en Argentina, no sólo de ellos.[10]

El Relator Especial de la ONU sobre la Situación de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales de los Indígenas tiene que intervenir ante esta solicitud, en la que hay denuncias concretas de discriminación racial y falta de respeto a la identidad cultural mapuche por parte del gobierno de Neuquén así como falta de titulación de territorios comunitarios “con la consecuente ausencia de protección de los derechos territoriales frente a los avances de los apropiadores ilegítimos, las empresas extractivas, las corporaciones turísticas y forestales”. Esto se traduce en que sólo cuatro de las 54 comunidades indígenas de la provincia cuentan con una titulación legal de sus tierras nueve años después de la ratificación por Argentina del Convenio 169 de la OIT y dos tras el voto favorable a la DDPI de la ONU. En el caso de los mapuche, aunque hayan recuperado más o menos la mitad de lo que consideran sus tierras, están en una situación de alegalidad y con procedimientos judiciales de desalojo pendientes de ejecución.

En los umbrales de la celebración del bicentenario de Argentina como estado independiente tanto el gobierno federal como el provincial tenían que reaccionar si no querían que esos fastos que se preparaban quedaran deslucidos por las reivindicaciones indígenas. No habían transcurrido dos semanas desde la interposición de esa denuncia ante la ONU cuando ya se había anunciado la formación de una serie de mesas sectoriales en casi toda la provincia.[11] Un mes después, la Defensora General de la Nación hacía un llamamiento a todos los defensores públicos a “resguardar los derechos de los pueblos originarios y su efectivo acceso a la justicia” al constatar “dificultades respecto del efectivo goce de los derechos humanos y libertades fundamentales sin obstáculos ni discriminación, y también respecto de la igualdad ante la ley”.[12] Si lo que se pretendía con ello era parar la respuesta de la ONU, se falló. El Comité para la para la Eliminación de la Discriminación Racial (CEDR) veía con seria preocupación el hecho de que las provincias, y en concreto Salta, Formosa, Jujuy, Tucumán, Chaco y Neuquén se negasen a implementar las leyes federales que recogen los derechos indígenas sobre el control de los recursos naturales y recomendaba a Argentina frenar los desalojos y asegurar la propiedad comunitaria de estos pueblos. En caso de ser necesario ese desalojo, el CEDR estipulaba una “indemnización adecuada y reubicación en lugares dotados de servicios básicos, como agua potable, electricidad, medios de lavado y saneamiento, y servicios adecuados, entre otros escuelas, centros de atención sanitaria y transportes”,[13] con lo que se ponía de manifiesto que era una situación que no se producía en los desalojos efectuados hasta ese momento.

Es en este contexto en el que se ha iniciado el año 2010, el año del bicentenario de la independencia de la metrópoli española. El movimiento indígena está a la ofensiva y el Estado, a la defensiva. Se ha tenido que paralizar más de una explotación minera (Jujuy), se avanza en un proyecto de ley para transferir tierras de parques nacionales a comunidades mapuche (Neuquén) y se reglamenta la consulta previa a las comunidades. Este ha sido el momento elegido por los pueblos indígenas para establecer alianzas entre ellos (caso de los diaguita, kolla, mapuche y toba) e intentar llegar a acuerdos con los movimientos sociales con la finalidad de avanzar hacia una nueva “refundación” de Argentina que tenga en cuenta la plurinacionalidad y una nueva relación basada en el cumplimiento de la deuda histórica con los pueblos indígenas.

[1] Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Resultados de la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas. www.indec.mecon.ar/webcenso/ECPI/index_ecpi.asp

[2]Telam Buenos Aires, 29 de julio de 2003.

[3] CERD. Examen de los informes presentados por los Estados partes de conformidad con el artículo 9 de la Convención. Observaciones finales. Argentina. 16 de marzo de 2010.

[8] En el Expediente N° 3.383 del Juzgado Correccional de Cutral Co se imputó a dos representantes de la Comunidad Huenctru Trawel Leufú por haber “amenazado e intimidado” a empleados de la empresa de Seguridad Sacatuk S.R.L., que había sido contratada por Petrolera Piedra del Águila S.A. con el objeto de hacer valer la concesión para la exploración petrolífera que el Estado otorgó sin consultar, como establece la ley, con la comunidad. No se admitió que los mapuche hubiesen actuado en legítima defensa de sus derechos.

[10] Confederación Indígena Neuquina-Confederación Mapuche de Neuquén. “Discriminación, Desalojos Forzados y criminalización de Pueblos Indígenas en Neuquén, Argentina”. 5 de agosto de 2009.

[13] Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU. 76º período de sesiones. 15 de febrero a 12 de marzo de 2010. CERD/ C/ARG/CO/19-20

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